El polifacético Puranio saca las antenas

Ayer pillé el coche y tiré millas en busca del norte magnético. La brújula me orientó hacia un punto en la región de Venecia, pero el imán estaba más abajo, en Ferrara, ciudad famosa por su niebla. Tiré mis sondas a ver qué captaban/pescaban. Mi centro de gravedad está más al norte, a cincuenta metros de donde termina la llanura y hay una cuesta arriba que, mira por donde, es donde comienzan los Alpes. Mi quinto piso está así lo suficientemente alto como para disfrutar de una amplia panorámica de toda la Padania hoy que cae la primera nevada del año. Mi centro de gravedad tiene anclajes profundos aquí, el sitio me gusta. Pero el eje de la tierra ha invertido su polaridad y ahora debo buscar el Norte más al Sur. Voy dando palos de ciego con el mapa de la zona Sur y las agencias inmobiliarias en Internet. En ciertas zonas mi palo sale repelido, yang con yang. Pero por la zona por donde tiré ayer se podía andar. Lo antes posible, y antes de que el sistema de atracción me dé por inútil, voy a pegar un salto en día laboral a Ferrara, veamos si este nombre acaba escrito en negrita. Ferrara, Ferrara